Entre todas las constituciones del mundo, la mexicana ocupa el quinto lugar en temas abarcados, el quinto lugar en número de palabras, octavo lugar en número de derechos protegidos y es la novena más antigua (la más antigua de América Latina).
Si nos comparamos con el resto del mundo, todo indica que nuestra constitución es… una anomalía. Una caja amplia que permanece en el tiempo, pero en cuyo interior poco se ha mantenido intacto; que admite una acumulación de palabras, derechos, y temas. Una caja que se ensancha y juega a ser la misma.
Pero una anomalía sólo existe comparativamente, para ello usamos los datos publicados por elComparative Constitutions Project (CCP). Van algunas preguntas que nos parecen relevantes para entender nuestra mexicana anomalía.
¿Hay una relación entre extensión y antigüedad?
En el mundo las constituciones más nuevas tienden a ser ligeramente más extensas, aunque esta relación, ligeramente positiva, no se cumple para América Latina, en donde las constituciones más nuevas tienden a ser las más cortas. La constitución más extensa es la de India, que fue promulgada en 1949 y cuenta con 146 mil 385 palabras. La Constitución mexicana, por su parte, es la novena más vieja del mundo y la quinta más extensa con 57 mil 087 palabras. Se mueve en sentido contrario al resto del mundo y define por completo la relación entre la antigüedad y la extensión de las constituciones en la región latinoamericana.
¿La extensión tiene relación con el número de temas abarcados?
Empecemos con la constitución más extensa (la de India): con cerca de 150 mil palabras, ésta apenas cubre el 60% de los 92 temas escogidos en la encuesta del CCP. Sin embargo, India es un caso atípico. En general la respuesta a la pregunta es sí. Todo indica que existe una relación positiva entre extensión y temas abarcados que queda clarísima en el caso de América Latina. México, en este caso sí se comporta como el resto, sus casi 60 mil palabras logran abarcar el 76% de los temas seleccionados. Aunque como muestra la gráfica, tiene comparativamente más texto del necesario para abarcar tanto tema.
¿Y más número de derechos cubiertos?
La respuesta es de nuevo sí, pero de forma algo imperfecta. La relación entre las variables es positiva tanto a nivel mundial como a nivel regional. En el caso de India, la constitución cubre 40 de los 117 derechos encontrados en la constituciones del mundo, es decir sólo 34%. Con una extensión tres veces menor, la Constitución mexicana cubre 39 derechos más que la India. México es la octava constitución que más derechos cubre en el mundo, un dato de por sí sorprendente si pensamos que no llevamos ni 20 años de ser una democracia.
¿Qué pasa con el número de enmiendas?
La relación entre la proporción de años que la constitución ha sido enmendada desde su promulgación y su antigüedad es negativa a nivel mundial y en América Latina (aunque en la región la relación es menos intensa). México, que empata con Colombia en el quinto lugar con 73% de años con enmiendas desde que fue creada, tiene además la novena constitución más vieja. Una constitución vieja reiteradamente enmendada.
La relación negativa tiene todo el sentido del mundo, ya que podríamos pensar que, en general, las constituciones nuevas necesitan menos cambios. Pero esto no excluye de la lista casos anómalos. En América Latina, la Constitución colombiana, adoptada en 1991, ha sido enmendada 73% de los años desde entonces, la de Brasil (1988), 78% y la de Honduras (1982) 83%. El otro caso atípico en el mundo es la Constitución sueca, que desde su promulgación en 1974 ha tenido 84% de años con enmiendas.
¿Hay una relación sustitutiva entre enmiendas y el número de constituciones que un país ha tenido?
A nivel mundial no parece haber relación fuerte entre el número de años con enmiendas y el número de constituciones previas. Sin embargo en América Latina es clarísimo que a mayor número de constituciones pasadas, menor es el número de años con enmiendas. México define por completo esta relación: cuenta con seis constituciones previas a 1917 y un promedio altísimo de años con enmiendas. Al contrario, con casi cero enmiendas al año y muchas constituciones viejas están la Republica Dominicana con 33 constituciones pasadas y Venezuela con 24.
¿Y si dividimos por régimen?
En 2006 Jennifer Gandhi y Adam Przeworski analizaron el extraño fenómeno de instituciones democráticas (partidos políticos y legislaturas) en regímenes autocráticos. Los autores explican que las autocracias necesitan cooperación (en menor o mayor medida), por lo que utilizan instituciones democráticas como mecanismos de revelación de preferencias y control de información. De acuerdo a su teoría, las dictaduras monárquicas son las que menos institucionalizan y las civiles las que más.
Si vemos quiénes son los que cambian su constitución por una nueva frecuentemente encontramos que de todas las autocracias dictaduras militares tienen el promedio más alto, seguidas por las dictaduras civiles. Uno podría pensar que la razón de esto es que las dictaduras militares son bastante inestables. De hecho, hay un gran número de casos en los que los dictadores militares son derrocados por otros miembros del ejército, por lo que es posible que el número de constituciones nuevas simplemente refleje el cambio de bandido errante.
En cuanto a las democracias, el sistema con mayor promedio de constituciones nuevas es el presidencial, con más del triple de constituciones, en promedio, que las democracias parlamentarias.
En cuanto al promedio de años con enmiendas por edad de la constitución, en autocracias es la dictadura civil la que tiene un mayor número de enmiendas por año. Tanto la dictadura militar como la monárquica tienen un número extremadamente bajo de enmiendas, lo que apunta a una legislatura menos dinámica (o su total ausencia), con menor capacidad de maniobra y con menos voz de salida, que las establecidas en las dictaduras civiles.
Entre democracias, de nuevo es en las presidenciales que encontramos un número más alto de enmiendas por año en los años desde su promulgación, de 0.24. Sin embargo, las democracias parlamentarias no están nada lejos ya que tienen en promedio 0.20 enmiendas por año. Todo indica que si bien las democracias parlamentarias cambian menos de constitución, enmiendan casi por igual.
Finalmente, en cuanto a derechos protegidos, las democracia presidenciales son las que más derechos protegen en promedio, seguido por la semi-presidenciales.
Las democracias parlamentarias no sólo protegen mucho menos derechos en el texto constitucional, 40.9, promedio que además es menor al de las dictaduras civiles y casi igual al de las dictaduras militares. Esto es extraño, sin embargo hay que recordar que el hecho de que una constitución incluya o deje fuera derechos no quiere decir automáticamente que estos derechos se protejan de facto. La pregunta que debemos responder es si en las autocracias estamos más bien ante un caso de cooptación de la oposición o búsqueda de cooperación.
Si vemos el número de derechos incluidos en las Constituciones de democracias y en las de no democracias se puede ver que si bien la varianza en los países democráticos es mayor, en promedio las constituciones en países democráticos incluyen más derechos. Lo interesante es que mientras que hay democracias que no incluyen derechos en sus constituciones, en autocracias solo hay un caso atípico que se acerca al cero, mientras que los demás están todos entre 10 y 80 derechos en promedio.
¿Será la edad de la democracia?
Parecería que a nivel mundial entre más vieja es la democracia menores son los derechos incluidos en su constitución. Esta relación es menos clara en América Latina. Por ejemplo, la edad democrática de Costa Rica es de 58 años y cubre 54 derechos en su constitución, y Colombia, con 49 años de democracia, cubre 74. Sin embargo México, una democracia extremadamente joven, está en el sexto lugar de inclusión de derechos en su constitución (comportándose, por primera vez, como el resto del mundo).
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