domingo, 24 de febrero de 2013

El billete falso…


¿Qué relación existe entre un billete de 100 pesos y las Islas Marías? El 11 de marzo de 2011, una mujer de 42 años de edad, entró a una papelería que se ubica en la colonia Independencia de esta ciudad. Su propósito era comprar una liberta de rayas que los maestros de su hijo le habían encargado para hacer sus tareas.
Posteriormente, es acusada por la utilización de un billete falso. Transcribo del expediente judicial, el dicho de la dueña del establecimiento: “El día de hoy a las 12:00 horas se presentó en mi negocio una persona del sexo femenino de aproximadamente 40 años de edad, es una papelería, la señora me pidió que le vendiera una libreta de raya por lo que le entregué la libreta, y ésta a su vez me entregó un billete de $100.00 pesos, por lo que al tomar el billete en mi mano sentí una textura diferente a la de los otros billetes… le pedí a la señora que me esperara un momento, entré a mi casa y le llamé a la policía…”
La policía acudió de inmediato (Habría que preguntarse ¿porqué en estos casos existe tanta diligencia de las fuerzas del orden para actuar?, ¿será por que se trata de personas en pobreza que seguramente no pueden reclamar la actuación arbitraría?, ¿será por que se detiene a los que no tienen voz, a los que son invisibles?) y proceden con la aprensión en flagrancia, de la “falsificadora de un billete de 100 pesos” (La mayoría de los presos en México son detenidos en flagrancia, lo que constituye un claro indicador de la ausencia de una verdadera investigación criminal. Digamos que en todos los casos se tiene la oportunidad y “la suerte” de detener al “delincuente con las manos en la masa”. Sobre el particular puede revisarse la encuesta realizada en los Centros Federales de Readaptación Social, por el CIDE, consultable en: http://es.scribd.com/doc/117960761/40/Flagrancia).
¿Qué pasa después? Nuestro sistema ejemplar de justicia la procesa y le dicta sentencia condenatoria por cinco años de cárcel. La señal que se manda es contundente, debe de castigarse al delincuente, a la madre de dos hijos; por cierto una menor de 9 años discapacitada, que por ausencia de recursos económicos, no es posible brindarle la mínima y humana atención que cualquier persona merece.
Pero ahí no acaba la historia. Derivado del convenio entre el gobierno estatal y la federación para que en las cárceles de San Luis Potosí, no existan “reos federales”, la madrugada del 25 de noviembre pasado (por cierto, Día internacional de la no violencia contra las mujeres), sin notificación de por medio, la trasladan al Centro Federal de Peligrosidad Media de Tepic, Nayarit, en donde solamente le fue permitida una llamada telefónica. Le dijeron que cada día 9 de mes, le permitirían hablar por teléfono con su familia, pero  la llamada del 9 de febrero nunca llegó, porque el día 6 la trasladaron a las Islas Marías. Hasta este momento, nada se sabe de su integridad física (es hipertensa y padece depresión congénita) no se ha podido establecer comunicación con ella…
Éstas y muchas otras son las historias que nos enfrentan con nuestra verdadera y cruda realidad. Ésta es la injusticia cotidiana que esta ahí en las calles, en las escuelas, en todas partes aunque nos empecinemos en no querer verla. Ésta es la aplicación selectiva y a conveniencia del derecho (No me cabe la menor duda, los delincuentes en México son los pobres). Mientras tanto en San Luis Potosí, el gobierno se dedica a crear cuentas falsas en redes sociales para denostar a quiénes los critican, el “niño verde” nos demuestra lo Kafkiano que es México y un niño inocente y víctima al mismo tiempo, se quedo sin su liberta de rayas, sin poder hacer su tarea, sin poder dormir, llorando por su mamá…
José Mario de la Garza Marroquín

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