Se expiden
nueve leyes y se reforman de manera que el nuevo marco legislativo de sector energético
mexicano. A continuación se apunta diez cambios fundamentales que el mundo de
los negocios, y los ciudadanos en general deberán tener presentes:
- La exploración y la producción de petróleo y
gas natural podrá realizarse a través de contratos de licencia, de producción
compartida, de utilidad compartida o de servicios, que se asignarán a
través de licitaciones conducidas por la Comisión Nacional de
Hidrocarburos (CNH), y mediante la ocupación de superficies a través de
negociaciones con sus propietarios, quienes recibirán pagos con base en un
porcentaje de las ganancias de los productores. En dichos contratos se incluirá
un porcentaje mínimo de contenido nacional, que aumentará en forma gradual
de 25% en 2015 a 35% en 2025.
- La refinación del petróleo y el
procesamiento del gas estarán abiertos a la inversión privada a través de
permisos otorgados por la Secretaria de Energía (SENER).
- El transporte, el almacenamiento y la distribución
de gas había sido abiertos a la participación privada desde 1995, y ahora
ello será posible también para el petróleo, los petroquímicos y los petrolíferos
con lo que, por ejemplo, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgará
permisos para conducir estos productos
a través de ductos.
- Apartar del 2016, la CRE dará permisos para
instalar estaciones de servicio de gasolina y diésel, sin necesidad de
contar con una franquicia de Pemex, y desde 2018 los precios de esos
combustibles serán determinados por el mercado.
- La generación y el suministro de energía eléctrica
podrán ser realizados por los particulares en el marco de un mercado
mayorista operado por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE),
un nuevo organismo independiente de la CFE.
- Aunque la transmisión y la distribución se conservaran como servicios públicos a cargo de la CFE, los privados podrán
participar en ellos a través de contratos y asociaciones, y las tarifas de
estos servicios serán determinadas con criterios técnicos, con base en sus
costos reales y ya no bajo consideraciones
de política económica o social.
- La CNH y la CRE saldrán de la esfera de la
SENER y serán ahora dependencias federales con mayores recursos y mejores garantías
institucionales para su autonomía.
- La nueva Agencia Nacional de Seguridad y
Medio Ambiente en el Sector de Hidrocarburos tendrá a su cargo la
vigilancia de actividades como la fracturación hidráulica (frecking) y la exploración
y producción en aguas profundas.
- El Centro nacional de Gas Natural y el
CENACE, uno como propietario del 90% de los actuales gasoductos de
transporte en el país, y otro como operador del sistema y el mercado eléctricos,
tendrán la misión de hacer realidad el acceso abierto a las respectivas
redes.
- Pemex y la CFE contaran con mayor flexibilidad
como “empresas productivas del estado” ya no serán organismos
descentralizados, parte de la administración pública y, consecuentemente,
deberán ajustar su gobierno corporativo en atención a las mejores
prácticas internacionales.
El presidente deberá expedir en los próximos
meses los reglamentos y decretos presidenciales que permitan ejecutar las leyes
en la esfera administrativa.
Consulta aquí la reforma:
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