sábado, 21 de enero de 2012

Calamandrei: del sentimiento y la lógica en las sentencias judiciales


Todos los abogados saben que los fallos justos son mucho más frecuentes que las motivaciones impecables, y así ocurre a menudo que, después de una casación, por defectos de motivación, el juez de instancia no puede en conciencia hacer otra cosa que reproducir, con mayor fiabilidad, la parte dispositiva de la sentencia casada.

Esto ocurre porque a veces, el juez, en quien las dotes morales son superiores a las intelectuales, siente por intuición de qué parte está la razón, pero no consigue dar con los medios dialécticos para demostrarlo.

Creo que la angustia más obsesionante para un juez escrupuloso ha de ser precisamente ésta: sentir, sugerida por la conciencia, cuál es la solución justa, y no conseguir encontrar los argumentos para demostrarlo según la lógica. En este aspecto, es conveniente que el juez tenga también, aun en un pequeño grado, algo de la habilidad del abogado; porque al redactar la motivación, debe ser el defensor de la tesis ya fijada por la conciencia.

No siempre sentencia bien motivada quiere decir sentencia justa, ni viceversa. A veces, una motivación descuidada y breve indica que el juez, al decidir, estaba tan convencido de la bondad de su conclusión que consideró tiempo perdido el que se empleara en demostrar su evidencia; como otras veces, una motivación difusa y muy esmerada, puede revelar en el juez el deseo de disimular, ante sí mismo y ante los demás, a fuerza de arabescos lógicos, la propia perplejidad.

No digo, como lo he oído muchas veces, que sea nociva al juez la mucha inteligencia, dio que es juez óptimo en quien prevalece sobre las dotes de inteligencia, la rápida intuición humana. El sentido de la justicia, mediante el cual se aprecian los hechos y se siente rápidamente de qué parte está la razón, es una virtud innata que no tiene nada que ver con la técnica del Derecho, ocurre como en la música, respecto de la cual la más alta inteligencia no sirve para suplir la falta de oído.

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